Los chicos de Stardock vendieron recientemente Impulse a Gamestop por lo dificultoso de simultanear el desarrollo de videojuegos con la dirección de un canal de distribución como el que éste suponía. Según Brad Wardell, principal responsable de la propia Stardock, Valve se encontraría en estos momentos en una situación parecida.

"Hemos tenido la oportunidad de convertirnos en un distribuidor y competir a largo plazo, pero había dos posibilidades: La primera es que perdiéramos y nos convirtiéramos en un minorista. La segunda es que tuviéramos éxito y nos viéramos obligados a tener una compañía de 600 empleados en el que tres cuartos del staff fueran gente de ventas y cuentas", explicó el ejecutivo. "Si el escenario ganador no es tu meta en la vida es el momento de reevaluar lo que estás haciendo".

¿En qué se basa Stardock para pensar de este modo? Principalmente en el caso de Valve. "Incluso Valve está en Seattle, donde puedes encontrar desarrolladores en todo el mundo, pero Steam ha tenido efecto en su propio planeamiento de desarrollos", comentó Wardell. "Ellos han tenido sus propios desafíos a la hora de lanzar nuevos juegos, y una gran parte de ello estoy seguro de que es por los mismos problemas que hemos tenido nosotros. Cuando uno de estos grupos es tan increíblemente rentable, cada instinto de negocio que tienes es el de llevar a toda la gente ahí, porque es donde se hace el dinero. Eso es el negocio, y al final del día tienes que decidir si es lo que quieres hacer".

"Si echas un vistazo al tiempo de desarrollo de los juegos de Valve, los desarrollados internamente no los adquiridos externamente y luego adquiridos, verás que si comparas el antes y el después de Steam, definitivamente se ve un efecto", detalló el ejecutivo de Stardock. "No discuto si es algo bueno o malo, pero sé el efecto que tendría en nosotros donde hemos tenido que poner a algunos de nuestros mejores desarrolladores en Impulse para asegurarnos de que todo fuera a mejor".